jueves, 28 de noviembre de 2013



TOPOS
Habitan en América del Norte y el continente euroasiático, estando restringidos al hemisferio norte del globo. Los fósiles de tálpidos más antiguos hallados pertenecen al Eoceno temprano.
La mayoría de topos se caracterizan por ser en mayor o menor medida animales subterráneos, a excepción de los desmanes, que son acuáticos. Los topos musarañas del género Uropsilus son los más pequeños y primitivos de la familia y comparten hábitats y costumbres más propias de las musarañas que de los topos, como buscar alimento en la superficie.

Los topos excavadores han desarrollado una serie de especializaciones evolutivas para su vida subterránea. Su cuerpo es fusiforme, más típico de animales acuáticos. Sus ojos son diminutos y en ocasiones están cubiertos de piel, hecho del que sirvió Darwin en su teoría de la selección natural alegando que los topos no necesitan el sentido de la vista en los ambientes subterráneos y que mantenerla suponía un exceso de energía inútil.
Carecen de pabellón auditivo externo. Los topos confían principalmente en su sentido del tacto y poseen vibrisas en cara, extremidades y cola. Su hocico flexible es especialmente sensible.


 Sus patas, cortas y fuertes, están provistas de fuertes y grandes uñas que utilizan para escarbar galerías, las cuales pueden alcanzar hasta 150 m de longitud. Los codos se encuentran desplazados dorsalmente y rotados, de modo que las palmas de las extremidades anteriores quedan orientada hacia atrás, potenciando la acción de excavar. Su piel fina y suave facilita el movimiento por la madriguera, tanto hacia delante como hacia atrás.
Los tálpidos tienen un alto índice metabólico lo que les hace tener un apetito insaciable. La mayoría de topos cavan madrigueras permanentes y subsisten principalmente alimentándose de las presas que caen en ellas. Los topos musaraña, aunque también cavan túneles, se alimentan en la superficie. Los desmanes cavan madrigueras únicamente para protegerse y se alimentan en ríos y lagos. Prefieren suelos húmedos y fáciles de excavar pero pueden habitar en cualquier tipo de suelo con la profundidad suficiente para su madriguera.
Mientras que los desmanes son principalmente nocturnos, los topos son tanto de diurnos como nocturnos, debido a que bajo tierra solo hay oscuridad. Suelen combinar 3 o 4 horas de actividad con el mismo tiempo de descanso. La mayoría son animales solitarios. Muy pocas especies construyen madrigueras compartidas, como el topo de nariz estrellada.

 La dieta principal de los topos son las lombrices, aunque también se alimentan de otros invertebrados o incluso pequeños ratones que atrapan en la entrada de su madriguera. La saliva de los topos contiene toxinas capaces de paralizar a las lombrices por lo que son capaces de almacenar a sus presas vivas para consumirlas posteriormente. Construyen "despensas" especializadas para este propósito. Antes de comérselas, los topos las exprimen entre sus patas para extraer la tierra que hayan podido ingerir.